Como aquel que no quiere la cosa ya han pasado cuatro años desde aquel día que el maestro (perdón), Doctor Zen, tuvo la feliz idea de llevarnos a la ladera de la Rambla cargados con nuestros lápices y cuadernos y nuestro miedo al natural. A estas alturas hemos escrito una pequeña historia de los lugares y de retazos de nuestra propia vivencia, sobre el papel y sobre nuestro recuerdo. Historia que la tenemos aquí, en este blog, al completo.
Ahora seguimos la andadura con el proyecto de pintar el Río y recoger el trabajo colectivo en lo que será nuestro segundo libro, un paso más de Cuadernos Viajeros en su viaje a la Selva Profunda y Misteriosa.
¡Ánimo cuadernistas! Las boas y cocodrilos nos esperan.
Encuentro de Dibujantes Urbanos en Elche
Ejem, ejem. Que no se nos olvide, ni a vosotros ni a mi, que la firma y la leyenda (lo escrito) deben tener la misma «biología» que lo dibujado. Hay que analizar muy mucho cómo lo hacen los jodios esos de Urban Sketchers. Tiene importancia la situación, el tamaño de la letra, la grafía, etc. Otra posibilidad es que el dibujo esté limpio, sin nada escrito; todas las letras al dorso.
Ahora mismo tengo de por aquí un libro que nos viene al pelo: «Un paseo por el bosque», de Bill Bryson. RBA Libros, 2014. Los dibujos parecen del Maestro Tren. Y van limpios. ¡Ánimo! Son 20 euritos de nada.