Ayer, jueves 15 de diciembre, una buena parte de la familia de Cuadernos Viajeros nos reunimos en el restaurante Los Buenos Amigos de la localidad, alrededor de una comida, que espontáneamente organizó María Teresa unos días antes, con el único propósito de pasar un rato de calamares, de convivencia agradable y distendida, que no todo va a ser trabajar y sufrir con el lápiz y la acuarelica. En ella no faltó la coronación de la misma con la tarta y María Dolores se esmeró obsequiándonos con una “maceta” de torró de novia, que le salen “bordás”. Vamos, que ni los más viejos del lugar recuerdan tal regocijo.
El sábado, en el Hort de Felip, será la última quedada del año, y después de Reyes volvemos al tajo con los ánimos redoblados. ¡Ánimo!