Cuadernos Viajeros

El 6º Encuentro de dibujantes urbanos en Elche tendrá como Punto de Recepción el Centro Cultural Las Clarisas, al que se accederá por la portada renacentista de la calle Capità Lagier del antiguo

Covento de Santa Lucía de la Orden de la Merced

Con el apoyo de Jaime I, el Conquistador, san Pedro Nolasco fundó en Barcelona (1218) la orden mendicante de la Merced con el objeto de redimir cristianos cautivos de los musulmanes. El papa Gregorio IX la ratificó en la práctica de la regla de San Agustín y los mercedarios fundaron el Hospital de Santa Eulalia de Barcelona.

El infante D. Manuel, hijo de Fernando de Castilla, recibió de su hermano Alfonso X, el Sabio, los señoríos de Elche, Aspe y Crevillente (1262) y otorgó a los monjes de Santa Eulalia (1270) los Baños y cementerio árabes, situados extramuros de la villa ilicitana en el camino y puerta de Alicante, guarnecidos por la torre de la Calahorra, para que transformaran los baños en capilla para decir misa y el cementerio en camposanto cristiano. Sobre ellos se fundó el convento de Santa Lucía de la Orden de la Merced, que en 1460 contaba con un edificio con celdas para veinte religiosos, claustro e iglesia “grande y curiosa” en la que se enterraban familias ilustres y notables de la localidad. Los baños se habían convertido en almacén.

En 1567 concluyó la construcción de una iglesia “gótica”, de la que queda su perímetro externo, la torre de la esquina y un atrio cegado a los pies, y las bóvedas del prebisterio. La bella portada renacentista de la calle Capità Lagier es un elemento superpuesto (1579), obra de Francisco de Ayala, escultor avecindado en Murcia, que fue restaurada en 1985.

En 1782 se acuerda construir una iglesia barroca en el lado norte del convento, entre éste y la calle nueva (San Vicente) que se había abierto en la puerta de los Carros al nuevo barrio del Clero (Les Illetes), la cual fue bendecida en 1796, y el convento se amplió con el acceso y el claustro, que ocuparon espacio del templo gótico. Fue destruida en febrero de 1936 y no se reconstruyó, vendiéndose el solar para construir viviendas, quedando de ella solamente algunas fotografías, documentación y planimetría. En 1948 se reedificó parte del conjunto conventual.

Con la desamortización de Mendizábal (1835), convento e iglesia fueron adquiridos por el Estado, siendo excarcelados los frailes. Dos años más tarde, para evitar su enajenación, el Ayuntamiento destina el edificio a la Administración de Rentas y Correos, y en 1838, Pascual Caracena consigue que el Cabildo establezca en el edificio un Colegio de Humanidades, que él mismo dirigiría, el cual estuvo en funcionamiento hasta la terrible tempestad que asoló Elche en la noche del 6 al 7 de diciembre de 1853.

Uno de los edificios más afectados fue el convento de Santa Clara, situado en la actual Glorieta, que sufrió daños irreparables, siendo trasladadas sus monjas al antiguo convento de Santa Lucía (o de la Merced). Ante la imposibilidad de que estas pudieran volver a su arruinada casa, las monjas propusieron al Ayuntamiento permutar ambos edificios y se quedaron en la Merced, que pasó a llamarse convento de las Clarisas.

En 2006 el convento estaba inhabitable y se realizó otra permuta con el Ayuntamiento por un edificio nuevo, construido en la ladera del Vinalopó, cercano a la antigua fábrica de Ferrández y el puente del Bimilenario. Desde entonces, se acondicionó el claustro y la iglesia del veterano edificio y alberga el Centro Cultural Las Clarisas, donde se celebran exposiciones, conferencias, conciertos, etc. Tras reformas y remodelaciones a lo largo de su historia, el edificio actual se corresponde, básicamente, con el del siglo XVIII, en el que destacan los baños árabes, restos de la iglesia gótica del siglo XVI y el claustro de principios del siglo XVIII.