Próximo lugar de encuentro

La primera quedada de 2024 será en la ermita de San Antonio Abad, situada entre el Polígono de Altabix y el barrio de San Antón, en la esquina de las calles Murcia y Joan Fuster. Como siempre, a las 10:00 horas.

La ermita de San Antón y la fiesta.

En el año 1483, el Concejo de la Villa acordó fundar un Beneficio y construir una ermita dedicada a san Antonio Abad en la partida de Atzavares, junto al camino viejo de Alicante, a unos dos kilómetros del pueblo. Y en 1684, los alpargateros, cordeleros y los otros oficios relacionados con el trenzado del esparto y el cáñamo, solicitaron al Concejo fundar Oficio bajo el patrocinio de san Antonio Abad. Fue entonces cuando se comenzó a realizar cada 17 de enero, onomástica del santo, una romería seguida de un porrate (feria de comestibles, golosinas y mercaderías) en los alrededores de la ermita, que se repetía el domingo siguiente al día del patrón.

Al principio, la imagen del santo se custodiaba en la maestranza del clavario del Gremio, y más tarde, en el taller del alpargatero más antiguo de la población, mientras viviera. La víspera del santo los devotos podían visitarlo en la fabricaba que lo albergaba. El inicio de la fiesta se marcaba con una potente bomba, volteo de campanas y pasacalles de dulzaina y tamboril. Por la noche se le dedicaba una serenata y al día siguiente, la onomástica, tras la temprana Diana y la bomba, partía el santo hacia la ermita en solemne procesión, y allí se celebraba una misa solemne, quedándose la imagen en aquella hasta la octava. A partir de 1864, el santo volvía a la fábrica tras un descanso.

La gente que acompañaba a San Antón en romería iba bien provista de un abundante almuerzo para pasar allí el día: coca con sardina, habas, embutido, ajos tiernos, sardinas, que asaban en hogueras al efecto. Con el relevo de la industria alpargatera por la del cazado, hacia 1965 desapareció la última fabriqueta, se extinguió el gremio alpargatero y la nueva comunidad del barrio de San Antón pasó a ocuparse de organizar la fiesta. La celebración ha perdido el sabor gremial y la pompa de antaño, pero no su popularidad que, incluso, ha aumentado, pues la cita con Sant Antoni del porquet es ineludible para muchos ilicitanos. La festividad se trasladó al domingo siguiente de la onomástica, que este año se celebrará el domingo 21 de enero.

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